domingo, 18 de diciembre de 2016

El tiempo

El tiempo como lo conocemos: avanzando hacia el futuro desde el pasado, es en sí un aumento de la entropía, que es la medida del desorden o caos; los objetos se rompen, deterioran, los seres vivos envejecen y mueren, nada dura para siempre.
Todos sabemos o creemos saber que existe el pasado porque venimos de él y que nos dirigimos a un futuro que no existe y que el momento presente es fugaz: que nunca se puede retener, que se convierte en pasado automáticamente. Ahora bien, sólo existimos en el momento presente, todo lo demás necesita de nuestra memoria e imaginación y sin ello no podríamos recordar quienes somos o al menos de donde venimos y lo que hemos aprendido en nuestras vidas.

Pero sí sólo existimos en el presente que al momento se convierte en pasado: a cada instante seríamos “algo” completamente diferente, nuevo, sin continuidad con nuestro yo de un momento anterior: esto podría ser así para una máquina; no para un ser que reconoce que existe.

Como analogía con el tiempo; pongamos que existen a la vez todos los instantes del pasado,el presente y el futuro, y además añadamos que somos conscientes de que existimos, que hay algo que pilota esa máquina que somos: bien, pues sería nuestra consciencia la que se mueve por un objeto estático, el tiempo. Cómo en un libro que para poder entenderlo necesitamos leerlo desde el principio, página a página; si no carece de sentido. En el libro no existe el momento presente,  el libro existe de principio a fin: todo a la vez.

En la meditación se aprende a no juzgar ni involucrarse en tus propios pensamientos: somos lo que escucha los pensamientos no estos en sí. Lo que de verdad existe en nosotros, lo que nos da existencia está siempre en silencio. Dejar de pensar o sentir, no es dejar de existir, más aún: la existencia no puede dejar de ser existencia, y si esta es de alguna forma comparable a la energía; no se puede crear ni destruir, sólo se transformaría, habría estado siempre ahí sin principio ni fin.

El ahora es un momento constante y eterno, todo lo demás está en la mente y es necesario para poder vivir esta experiencia que es la vida.

-Si todo existe de principio a fin, todo esta ya decidido: cómo es que me siento libre de hacer lo que quiera en cada momento?

Cada vez que realizamos una elección el futuro cambia, por lo tanto somos libres: pero lo que en realidad sucede es que seguimos pensando en el tiempo lineal que avanza de pasado a futuro;  la realidad que experimentamos es solo una parte, todas las posibilidades existen a la vez igual que el tiempo existe todo a la vez. Esto se asemejaría a un libro de “escoge tu propia aventura” donde se te da la opción de elegir a qué página saltar según lo que haces, pero todas las opciones están comprendidas dentro del mismo libro: las opciones que no eliges son tan reales como las que has elegido, son las realidades alternativas.

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