jueves, 3 de noviembre de 2022

Judaismo Roma Fariseos

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de la wikipedia

Sitio de Jerusalén

La destrucción del Templo fue un acontecimiento importante para la historia y la tradición judía, conmemorado anualmente por los judíos durante el ayuno de Tisha b'Av. Es igualmente importante para la teología cristiana. Este evento ha sido relatado en detalle por el dirigente judío que había entrado al servicio de los romanos y, luego, se convirtió en historiador: Flavio Josefo.

Nombre completo:
Tito Flavio Josefo
Nombre de nacimiento
יוסף בן מתתיהו 
Nombre nativo
Yosef ben Matityahu
Nacimientoc. 37
Jerusalén (Judea, Imperio romano)
Fallecimientoc. 100¿Roma?
Religión Judaísmo (fariseo)
Lengua materna Arameo 
Familia
Padres
Matityahu ben Yosef
Información profesional
Ocupación
Escritor e historiador 
Movimiento Fariseos 

Obras notables
La guerra de los judíos
Antigüedades judías
La vida de Josefo
Contra Apión 

Conflictos

Primera guerra judeo-romana 

Inicialmente luchó contra los romanos durante la primera guerra judeo-romana como jefe de las fuerzas judías en Galilea, hasta que se rindió en 67 d. C. a las fuerzas romanas dirigidas por Vespasiano, después de un asedio de seis semanas de Jotapata. Josefo afirmó que las profecías mesiánicas judías que iniciaron la primera guerra judeo-romana anunciaban que Vespasiano se convertiría en emperador romano. En respuesta, Vespasiano decidió mantener a Josefo como esclavo y presumiblemente intérprete. Después de que Vespasiano se convirtiera en emperador en el año 69 d. C., le otorgó a Josefo su libertad, momento en el que Josefo asumió el apellido del emperador Flavio.[4]​

Flavio Josefo desertó completamente al lado romano y se le otorgó la ciudadanía romana. Se convirtió en asesor y amigo del hijo de Vespasiano, Tito, y ejerció como traductor cuando Tito dirigió el sitio de Jerusalén en 70 d. C. Como el asedio resultó ineficaz para detener la revuelta judía, pronto siguieron la destrucción de la ciudad y el saqueo y destrucción del Templo de Herodes (Segundo Templo).

Josefo registró la historia judía, con especial énfasis en el siglo i y la primera guerra judeo-romana (66-70 d. C.),[5]​ incluyendo el asedio de Masada. Sus obras más importantes fueron La guerra de los judíos (c. 75) y Antigüedades judías (c. 94).[6]​ La guerra de los judíos relata la revuelta judía contra la ocupación romana. Antigüedades judías describe la historia del mundo desde una perspectiva judía para una audiencia aparentemente griega y romana. Estas obras proporcionan información valiosa sobre el judaísmo del siglo i y los antecedentes del cristianismo primitivo,[6]​ aunque este no es mencionado específicamente por Josefo. Las obras de Josefo son la fuente principal junto a la Biblia para la historia y la antigüedad de la antigua Palestina.[7]

El sitio de Jerusalén del año 70 fue un acontecimiento decisivo en la primera guerra judeo-romana, que finalizó con la caída de Masada en el año 73. El ejército romano, dirigido por el futuro emperador Tito, con Tiberio Julio Alejandro como su segundo al mando, sitió y conquistó la ciudad de Jerusalén, que había estado ocupada por sus defensores judíos desde el año 66. La ciudad y su importante templo fueron destruidos el mismo año de su conquista. La destrucción del Templo de Jerusalén todavía es lamentada anualmente durante la festividad judía Tisha b'Av, y aparece en el Arco de Tito (todavía en pie en Roma), donde se representa y celebra el saqueo de Jerusalén y del Templo.

Los fariseos son un grupo o movimiento político social y religioso, así como una escuela de pensamiento judía en la Tierra de Israel durante el período del Segundo Templo. Tras el sitio de Jerusalén y la destrucción del Segundo Templo en el año 70 d. C., el movimiento fariseo evolucionó para convertirse en la base litúrgica y ritual del judaísmo rabínico. Los fariseos son especialmente conocidos por su relación con los orígenes del cristianismo, por sus conflictos con Juan el Bautista y con Jesús de Nazaret. El Nuevo Testamento menciona que Pablo de Tarso era fariseo antes de convertirse al cristianismo.

Los fariseos definían que su movimiento nació en el período de la cautividad babilónica (587 a. C.-536 a. C.). Algunos sitúan su origen durante la dominación persa y los consideraban sucesores de los asideos y precursores del judaísmo rabínico.

El pasaje del evangelio en que los fariseos se "rasgaban las vestiduras" delante de las palabras de Jesús[1]​ (costumbre antigua en señal de duelo o de ultraje público), ha hecho que la frase "Rasgarse las vestiduras" sea muy popular en algunos países cristianos, para expresar la indignación de alguien delante de un hecho determinado, desaprobándolo.

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