Cuando se introducen drogas externas al sistema nervioso ya sean medicamentos o drogas recreativas el sistema nervioso tarda un tiempo en recuperar su equilibrio químico natural este es el mecanismo que desencadena el mono en los casos que el sistema nervioso se había acostumbrado a químicos externos.
El sistema nervioso también es capaz de liberar sus propias drogas como recompensa a actividades generadoras de salud que benefician al organismo.
Aunque esto puede llevar a adicciones como:
Vigorexia, bulimia, adicción al sexo…
(Hormonas, neurotransmisores son también proteínas.)
La anfetamina es una imitación artificial de la adrenalina que encaja en el mismo receptor, tiene efectos similares a la adrenalina y se fabricó en masa en la segunda guerra mundial para administrársela a los soldados.
Su efecto es tóxico y los camellos la distribuían en discotecas; pues para quitarse un veneno hay en muchos casos que sudarlo, y en este parece que bailando, tal vez durante demasiado tiempo, lo cual llevaba a problemas de corazón a parte de violencia, accidentes etc... al no ser adrenalina producía todo tipo de problemas.
Introducir serotonina , dopamina, oxitócina, endorfina, artificialmente en base a que la gente con una vida normal sana (algo de sol, deporte*, relaciones, pequeños logros) tiene estos químicos en sangre.
No sólo no cambia la vida a las personas que tenían tal vez ansiedad o depresión, pues la función es recompensar la conducta beneficiosa para el organismo.
Las redes neuronales funcionan a base de recompensas igual que la educación; administrar estas drogas naturales del organismo, inhibirlas o fomentar su síntesis, de manera artificial en gente que se siente mal es recompensar el sentirse mal lo cual lleva a un entrenamiento del sistema nervioso que se hará propenso a sentirse mal esperando sus recompensas.
Hormonas como el cortisol u “hormona del estrés” también afectan, no es tanto la falta de incentivos como el exceso de castigo por el tipo de vida seguramente.
En ausencia de castigos e incentivos tal vez haya equilibrio verdadero, aunque sean preferibles los incentivos; “todo exceso es malo”, premiarse o castigarse sin motivo o haberse dado las condiciones es mucho peor.
*El deporte también ayuda a expulsar agentes tóxicos introducidos con la alimentación así que puede que sea doblemente recompensada esta actividad.
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